Se trata de un evento organizado desde la ETS de Arquitectura y que cuenta con el apoyo del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de Valencia. Se celebrará en la UPV los días 13, 14, 15 y 16 de Febrero de 2012 y reunirá a expertos nacionales e internacionales en la materia de intervención sobre estructuras físicas, sociales y económicas de origen histórico.
La temática del evento sigue la ya iniciada en la Primera Edición de este congreso. Celebrado en la UPV en Junio de 2010, el encuentro giró en torno a la problemática de los barrios residenciales tradicionales en fase de degradación física y social. La ciudad no es una hoja en blanco: en ella se encuentra presente un rastro de experiencias físicas y sociales, cuyo entendimiento favorece una mejor actuación sobre las estructuras que nos provee la realidad. Las estrategias de Reducir, Reutilizar y Reciclar forman parte de un punto de vista más amplio que entiende lo existente como materia productiva para un futuro más sostenible, pero también como base para una intervención más respetuosa con la historia y la memoria colectivas.
En esta ocasión se plantea trasladar el foco de atención hasta los tejidos industriales en situación de inactividad parcial o total. Estos conjuntos ocupan grandes extensiones de terreno que a menudo suponen lugares de oportunidad para la sociedad. Sus preexistencias nos hablan de unas arquitecturas racionales y rigurosas, cuestiones habituales en la economía de los conjuntos fabriles. Y sin embargo, constituyen el testimonio de estructuras productivas que ya no existen. Un acercamiento desde una mirada contemporánea supone la recuperación de estos elementos convirtiéndolos en patrimonio activo, para lo cual es tal vez necesario considerar otras dimensiones que vayan más allá de las puramente físicas.
Este primer planteamiento nos servirá para afrontar las sucesivas sesiones, que versarán sobre tres ejes temáticos fundamentales:
Territorio y Memoria
El territorio se construye a través de procesos muy dilatados en el tiempo y que se extienden generalmente a lo largo de los siglos. Unos procesos que son producidos por fuertes transformaciones en términos culturales, entendiendo aquí como “cultural” toda manifestación de las posibles actividades humanas sobre el territorio. Aspectos como la propiedad del suelo, los patrones de ocupación y de explotación económica son objeto de estudio como elementos que dan origen al mundo cambiante en curso y a sus expectativas de futuro.El entendimiento del presente puede ser entendido como la clave para la permanencia de nuestro territorio heredado, que a menudo es el testigo de posibilidades no desarrolladas, algunas de las cuales todavía siguen latentes, aunque nunca hasta ahora hayan sido consideradas.
Intervención y preexistencia.
Dentro del ámbito de permanencia y transformación en conjuntos históricos la menor escala pero seguramente la de mayor afección sobre la vida de sus usuarios es la que trata de la intervención sobre el patrimonio arquitectónico, la intervención sobre lo preexistente. Lo preexistente considerado como el ambiente con el que nos encontramos, con el ambiente hallado donde la intervención es entendida como diálogo y relación entre lo nuevo y lo preexistente.La intervención sobre lo preexistente deberá tener en consideración ciertos factores arraigados a la cultura, a la arquitectura, al taller y su factura; al tiempo en que se desarrolla. En especial se propone reflexionar sobre la precisa factura en el proceso de intervención, sobre ese ambiente hallado, dentro de la idea de permanencia y transformación.
Transformaciones en el territorio antrópico
Pensar en la transformación del territorio realizadas por el hombre supone poner de manifiesto su historia y su cultura en relación con el lugar, supone buscar puntos en común entre lo natural, lo rural, lo urbano, lo industrial, lo artístico, lo cultural y lo social.Las estrategias de intervención en el territorio necesitan estudiar los procesos de permanencia y transformación del territorio, y extraer leyes de construcción. El territorio heredado es un lugar para la investigación y la experimentación de sistemas que permitan que las continuas modificaciones del territorio asuman la permanencia como un valor para construir el futuro.
La temática del evento sigue la ya iniciada en la Primera Edición de este congreso. Celebrado en la UPV en Junio de 2010, el encuentro giró en torno a la problemática de los barrios residenciales tradicionales en fase de degradación física y social. La ciudad no es una hoja en blanco: en ella se encuentra presente un rastro de experiencias físicas y sociales, cuyo entendimiento favorece una mejor actuación sobre las estructuras que nos provee la realidad. Las estrategias de Reducir, Reutilizar y Reciclar forman parte de un punto de vista más amplio que entiende lo existente como materia productiva para un futuro más sostenible, pero también como base para una intervención más respetuosa con la historia y la memoria colectivas.
En esta ocasión se plantea trasladar el foco de atención hasta los tejidos industriales en situación de inactividad parcial o total. Estos conjuntos ocupan grandes extensiones de terreno que a menudo suponen lugares de oportunidad para la sociedad. Sus preexistencias nos hablan de unas arquitecturas racionales y rigurosas, cuestiones habituales en la economía de los conjuntos fabriles. Y sin embargo, constituyen el testimonio de estructuras productivas que ya no existen. Un acercamiento desde una mirada contemporánea supone la recuperación de estos elementos convirtiéndolos en patrimonio activo, para lo cual es tal vez necesario considerar otras dimensiones que vayan más allá de las puramente físicas.
Este primer planteamiento nos servirá para afrontar las sucesivas sesiones, que versarán sobre tres ejes temáticos fundamentales:
Territorio y Memoria
El territorio se construye a través de procesos muy dilatados en el tiempo y que se extienden generalmente a lo largo de los siglos. Unos procesos que son producidos por fuertes transformaciones en términos culturales, entendiendo aquí como “cultural” toda manifestación de las posibles actividades humanas sobre el territorio. Aspectos como la propiedad del suelo, los patrones de ocupación y de explotación económica son objeto de estudio como elementos que dan origen al mundo cambiante en curso y a sus expectativas de futuro.El entendimiento del presente puede ser entendido como la clave para la permanencia de nuestro territorio heredado, que a menudo es el testigo de posibilidades no desarrolladas, algunas de las cuales todavía siguen latentes, aunque nunca hasta ahora hayan sido consideradas.
Intervención y preexistencia.
Dentro del ámbito de permanencia y transformación en conjuntos históricos la menor escala pero seguramente la de mayor afección sobre la vida de sus usuarios es la que trata de la intervención sobre el patrimonio arquitectónico, la intervención sobre lo preexistente. Lo preexistente considerado como el ambiente con el que nos encontramos, con el ambiente hallado donde la intervención es entendida como diálogo y relación entre lo nuevo y lo preexistente.La intervención sobre lo preexistente deberá tener en consideración ciertos factores arraigados a la cultura, a la arquitectura, al taller y su factura; al tiempo en que se desarrolla. En especial se propone reflexionar sobre la precisa factura en el proceso de intervención, sobre ese ambiente hallado, dentro de la idea de permanencia y transformación.
Transformaciones en el territorio antrópico
Pensar en la transformación del territorio realizadas por el hombre supone poner de manifiesto su historia y su cultura en relación con el lugar, supone buscar puntos en común entre lo natural, lo rural, lo urbano, lo industrial, lo artístico, lo cultural y lo social.Las estrategias de intervención en el territorio necesitan estudiar los procesos de permanencia y transformación del territorio, y extraer leyes de construcción. El territorio heredado es un lugar para la investigación y la experimentación de sistemas que permitan que las continuas modificaciones del territorio asuman la permanencia como un valor para construir el futuro.