Desde
que el conflicto en torno a la participación de las mujeres en los Alardes de
los pueblos guipuzcoanos de Irun y Hondarribia estalló hace nada menos de 15
años, las cuestiones de género y de identidad se han debatido largamente en
relación a las fiestas, rituales y tradiciones no solamente vascas pero también
de otros puntos del Estado español. El hecho de que todavía estamos hablando de
ello es testigo de los obstáculos que todavía se erigen en la consecución
de la igualdad entre las mujeres y los hombres en nuestra sociedad. La
persistencia del problema es lo que quisiera analizar en esta conferencia.
Propongo poner sobre la mesa una renovada reflexión sobre la acción cegadora de
la tradición que imposibilita a un sector importante de la sociedad percibir la
discriminación que, a mis ojos, está intacta por mucho que los tribunales han
dictado que no lo sea.
Analizar
el conflicto surgido en torno a la participación de las mujeres en los Alardes
de Irun y Hondarribia desde una perspectiva antropológica permite aprehender
las distintas facetas de una realidad social que por su complejidad requiere
interpretarse a nivel simbólico y social, en relación a la cultura local y la
influencia de la globalización, y especialmente en referencia a las relaciones
de género y la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres. Un análisis
de las fiestas desde una perspectiva de género revela que la sociedad avanza en
la consecución de la igualdad pero que aún queda mucho por hacer en varios
ámbitos, entre ellos el campo simbólico de los rituales.